La Sirenita pensando que, en lugar de pintar una bandera, le podían haber adecentado las piedras – Foto: Ida Marie Odgaard / Ritzau Scanpix (@ritzauscanpix)
LA FOTO DE LA SEMANA
@carlesgene
Русалочка (Den lille havfrue)
Sirenita. A la mayor atracción de Copenhague ➡️ le han pintado una bandera rusa como muestra, parece, de solidaridad con los chicos de Vladímir Putin que, ya saben, están de gira por Ucrania ➡️. La Sirenita, obra del danés Edvard Eriksen y donada a la ciudad por el hijo del fundador de la cerveza Carlsberg en 1913, era un homenaje a la bailarina Ellen Price que, como no quiso posar desnuda, solo aportó la cabeza a la pieza. Siendo el cuerpo, el de la señora del escultor. No es el único acto vandálico que ha sufrido. Miren, la cabeza se la han arrancado un par de veces y también le arrancaron un brazo.
Esto de vandalizar esculturas no es exclusivo de Dinamarca. A la estatua del Duque de Wellington, en Glasgow, montado en su caballo preferido que, mira por donde, se llamaba Copenhague, es tradicional ponerle un cono de tráfico en la cabeza. A Glasgow le cuesta unos 11.000 euros al año y es otra atracción turística. Hasta yo tengo una foto suya. En Londres, a Winston Churchill, en el 2000, le pusieron un peinado mohicano hecho con césped. En 2007, tiñeron de rojo la fontana de Trevi, en Roma. Y el letrero de HOLLYWOOD en Los Ángeles se ha convertido en HOLLYWEED dos primeros de enero: 1976 y 2017.
Megaprisión. Esta ha sido la semana en que Nayib Bukele, hombre de bien presidente de El Salvador y persona con aire de ir con mocasín de pala baja y sin calcetines, ha enviado a 2.000 presos de las maras ➡️, especialmente de la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18 al nuevo Centro de Confinamiento de Terrorismo la mayor cárcel de América ▶️ con capacidad para 38.000 más. A fardar de baja criminalidad. Ahora que estoy jubilado, espero que los del Imserso no vean sus métodos ▶️.
Celebraciones. Para que vean que no todo son desgracias. Bueno, también está lo del terremoto en Siria y Turquía. Repito: no todo son desgracias y esta semana ha traído la floración de los cerezos al Japón y muchas fiestas. En Jieyang, China, un hombre salta sobre el fuego porque da buena suerte. En Barsana, India, se celebra el ya tradicional Holi. En Katsura, Japón, ponen muñecas hina en las escaleras del templo Tomisaki. Han vuelto los médiums a las calles de Camboya para hablar con los espíritus ➡️ tras dos años de COVID. Ni puedo imaginarme cómo tendrían el contestador.
Y, como es tiempo de carnestolendas, un repasito a las de Viareggio en Italia ➡️, al carnaval Afromestizo de Almolonga en México, y al de Las Palmas en Gran Canaria.
Cosas del Insta. En Instagram cada vez es más complicado hallar lo que sería una foto. Una foto-foto. A veces, sólo es texto. Otras, foto con texto encima ¡Y qué textos! Además de propaganda que el algoritmo piensa que está perfectamente dirigida a mi. No crean, estoy por apuntarme. Del anterior curso, ya sé cómo esconder los calcetines cuando me pongo mocasines de pala baja ▶️. Luego me llegan los bailes imposibles ▶️. Sólo viéndolo se me han dislocado las lumbares dos y tres y las cervicales seis y siete. Aunque, para imposible, lo que se dice imposible, los bikinis y los vestidos ▶️ que se pone mi corresponsal en los USA, pero que es danesa como La Sirenita, Zienna Sonne.
Y, ahora, aquí, La Foto-Cuidado-que-las-carga-el-diablo de la Semana. Sean buenos.
PD ¡Qué gustazo poder volver a poner acentos en “sólo”!