Foto: Hugh Mangum

“El fotógrafo que unió a América”

En Cámara Oscura nos enfocamos en artistas emergentes pero también producimos proyectos históricos como el que tenemos expuestos actualmente en nuestro espacio. Creemos que la puesta en contacto de la historia de la fotografía con la práctica fotográfica contemporánea es fundamental para entender hacia donde nos dirigimos. En esta ocasión se trata de la exposición individual del fotógrafo autodidacta norteamericano Hugh Mangum (Durham, EEUU, 1877-1922) comisariada por Alex Harris y Margaret Sartor. El fascinante trabajo de Mangum ha sido un descubrimiento excepcional, y hoy día es considerado “el fotógrafo que unió a América”.

Por Juan Curto, director galería Cámara Oscura

En este proyecto de «arqueología de la fotografía» hemos colaborado con la prestigiosa Universidad de Duke para sacar a la luz el trabajo de Mangum, por primera vez en Europa. Tras su muerte inesperada en 1922 a la edad de 44 años, los negativos en blanco y negro en placas de cristal de Mangum fueron almacenados y olvidados en el granero de la granja familiar en Durham, en Carolina del Norte. Condenado a la demolición en los años 70, el granero fue salvado en el último minuto y, con él, este sorprendente y extraordinario documento de vida de una época turbulenta de la historia del sur de los Estados Unidos.

Foto: Hugh Mangum

Foto: Hugh Mangum

Foto: Hugh Mangum

 

“El fotógrafo que unió a América”.

Juan Curto

 

A finales de la última década de 1890, Mangum se aventuró como fotógrafo retratista ambulante, viajando principalmente por Carolina del Norte y Virginia durante el surgimiento de la era de Jim Crow, un periodo en el que se impulsaron las leyes por la segregación de blancos y negros. A pesar de ello, sus retratos revelan una clientela que era muy diversa racial y económicamente hablando, y muestra unas vidas marcadas por el trabajo duro y la opulencia, todos ellos imbuidos de un gran sentido de individualidad y emprendimiento. Una de las más profundas sorpresas de la fotografía de Mangum es su frescura, artísticamente hablando. Tenía un encanto y una curiosidad que se refleja frecuentemente en los rostros de sus modelos. En otras imágenes, su presencia se convierte en invisible y los modelos parecen perdidos en sus mundos interiores y privados. La habilidad de Mangum para capturar esos momentos de vulnerabilidad y de intenso autoreconocimiento se encuentra en el centro de su don como fotógrafo.

Las personas que aparecen en estos retratos nos miran desde un pasado de un siglo atrás, a través de las marcas indelebles de la pérdida y la indiferencia. Podríamos pensar que la diferencia de un siglo es considerable, y en muchos sentidos es muy cierto. Sin embargo, estos retratos nos sugieren que la distancia entre el pasado y el presente, entre ellos y nosotros, es mucho menor de lo que esperaríamos.

Si quieres descubrir por ti mismo esta fascinante historia haz click aquí para visitar nuestra Online Viewing Room.

Foto: Hugh Mangum

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