Emociones, Pasiones, Sentimientos

© Arturo Macías | Efectos secundarios

Emociones, Pasiones, Sentimientos.
Fotografías del Club del RAW Solitario.

De los píxeles de las redes a las paredes del Museo de Huelva. El Otoño Cultural Iberoamericano facilita el salto de lo digital virtual a la visión sensible, tangible, real y patente de la fotografía a través de la luz reflejada.

El Club de RAW Solitario es afortunado.

Exposición patrocinada por: la Asociación Cultural Iberoamericana OCIb, la Fundación Caja Rural del Sur, la Diputación de Huelva y la Junta de Andalucía.

El primer subtitulo de la exposición era “Apocalipsis, Ensayo General”, pero nos pareció un poco más de lo mismo. Así que cambiamos un poco el enfoque, aunque no el tema, y convocamos a nuestros miembros a participar en un desafío fotografico bajo los siguientes criterios:

Unos años muy ricos en experiencias únicas, circunstancias excepcionales que han dado lugar a sentimientos y emociones inolvidables, propias y comunes… las comunes nos interesan menos.
Hay un origen claro para la singularidad del 20.21: la expansión del sars cov 2 y la enfermedad con nombre de mascota de juegos olímpicos… pero no nos interesa tanto la epidemia, ni su consecuencia directa, como lo que pueda haber incidido en nuestro espíritu y las ganas que tengamos de expresarlo…

Hemos tenido tiempo para pensar. Mucho tiempo y muchos estimulos para darle al tarro. Buscar una secuencia lógica a lo acontecido y a lo que no ha sido. O un por qué o un por qué no o un para qué.

Y pensar, como dice Reynus, es una actividad que siempre termina doliendo. Y sentir, que tanto nos ayuda a la hora de crear imágenes.
Hablamos de las emociones, pasiones, sentimientos que han provocado y provocan las experiencias vividas”.

Con esas premisas, los doce autores seleccionados han creado estas sesenta obras que presentamos y esperamos de corazón que os lleguen a ese mismo órgano.

© Leny Pellitero Cabero

Luces y sombras, por Leny Pellitero Cabero

Luces y sombras. De eso estuvo plagado el año 2020. Llegué el 15 de marzo a la casa familiar de mi pueblo leonés donde, desde los 17 años, nunca había permanecido tanto tiempo con mis padres.
Fue gratificante para todos, un periodo plácido que supuso el inicio de una despedida. Esta, se produjo en junio con la muerte de mi padre, poco después, mi madre se fue en su busca sumida en la tristeza.

© Francisco Blanco García

Ausencia, por Francisco Blanco García

A lo largo del año pasado y hasta la fecha de hoy, hemos vivido una transformación total de nuestra vida. La Covid-19, nos ha paralizado y nos ha cambiado. Todos, sin excepción, hemos vivido el encierro forzoso, la angustia de las pérdidas de trabajo, familiares, amigos y el temor a perder la nuestra. A través esta propuesta, he querido mostrar los sentimientos y las sensaciones personales vividas en estos meses.
La pérdida de mi madre, el trabajo diario dentro de un hospital y como he podido sentir ese vacío, ese miedo y a la vez esas ganas por salir de esto y poder abrazar de nuevo y sonreír sin cubrirnos las caras. Que sean estas imágenes no solo el recuerdo y homenaje a mi madre, sino que se haga extensible a todas las personas que nos han abandonado y que han sufrido en el silencio y la soledad de la pandemia.

© Juan Carlos Ordóñez Fernández

Un cambio impuesto, por Juan Carlos Ordóñez Fernández

Este trabajo está imbuido por componentes emocionales, íntimos y, por qué no, espirituales. La sorpresa, el miedo, la perdida, la esperanza, el amor, el estrés, el silencio, el ruido, el transcurso del tiempo, la adaptación, lo surreal de lo vivido durante este 20-21 ha significado un cambio impuesto, una nueva adaptación en un mundo
hostil visto desde nuestros privilegiados hábitats. La naturaleza, su comportamiento enfrentado al comportamiento humano es una de las formas que he tenido de expresar con la cámara todas estas emociones, de aportar reflexión ante un mundo difícil de comprender.
La pandemia global, como característica de una sociedad enferma ha marcado una forma distinta de mirar en mí hacia un nuevo mundo de desconfianza y mayores distancias.

© Arturo Macías

Efectos secundarios, por Arturo Macías

Proyecto personal generado como catarsis, al comenzar el confinamiento, a modo paliativo con claves de humor, resultando en un total de, 1758 autorretratos en dos días.

© Francisco Abad Hidalgo

Desgaste, por Francisco Abad Hidalgo

Transmitir la influencia del paso del tiempo sobre objetos cotidianos y relacionarlo con el producido en nosotros mismo, durante estos dos años.
El paso del tiempo en este periodo se ha percibido de forma diferente a la habitual, creando una catarsis sobre el espíritu y la percepción del mismo. Sobre nosotros mismos.
Todo ello se vuelca en estas imágenes de objetos cotidianos afectados por el paso del tiempo. Que no son sino reflejo de esa catarsis en la que nos vemos reflejados.
En definitiva reflejar la influencia del paso del tiempo sobre estos objetos cotidianos a modo de metáfora con la catarsis producida en nosotros mismos durante el 20 y el 21.
En la tristeza.

© Soledad Pulgar

Juego de niños, por Soledad Pulgar

Las circunstancias singulares a las que nos hemos visto abocados estos dos últimos años y más en 2020, nos han conducido a un aislamiento forzoso e inesperado, en el que el miedo y la incertidumbre han sido huéspedes indeseados.
Esta serie surge del deseo y la necesidad de escapar, de tener alas, de volar lejos de este paraje inhóspito y poder reencontrar el sentido lúdico de la ya lejana infancia.

© María Jimeno

Amor no solo es tu nombre, por María Jimeno

En el verano del 20. Amor, así se llama, transmite todo de sí misma ante la cámara.
Ella, mucho ella, y sus circunstancias.
Para mí representa a la perfección, la satisfacción de aquel verano de haber triunfado sobre la adversidad.
Luego no fue así, pero lo parecía.
De cualquier manera, en la serie, hay mucho más de Amor que del mundo exterior. Ella a borbotones, con su belleza y su paz serena, dispuesta a resistir todo lo negativo que se le pueda acercar.
Es como un gran homenaje a sí misma. Una experiencia tan única como la que se daba en el exterior…
Y ella no ha vuelto a posar.

© Reynus Sánchez

El Crujir de los Huesos, por Reynus Sánchez (a) Rafael Jimeno

Tu rostro oculto en sombras, oscuras sombras de negro destino.
Vienes a mí absorbiendo la luz que te adivina, hasta que tu sonrisa trae el día…
Y nace un abrazo. Tan fuerte, tan sincero, que crujen los huesos con alegría en nuestra aislada e íntima soledad.
Sólo existimos. Solo somos. Solo estamos.
Todo Pasión. Revueltos Sentimientos. Emociones desbordadas.
Y, al final, tan solo llega el fin, serena conclusión del fluir de todas las cosas.
Todo fluye.
Todo fluye, al fin.

© Ramón Siscart

Días de cuarentena, por Ramón Siscart

Trabajo realizado con objetos cotidianos durante los días de cuarentena.
Luz y sombra. Claro y oscuro. Del blanco al negro. Mirando hacia adentro, recuerdos, viaje al pasado, vuelta al presente, resistir. Niñez, traumas, referencia.
La vida se acaba, lo que fue, lo que no pudo ser lo que es.
Abstracción viviendo el presente, contando las horas, imponiendo rutinas para que el tiempo fluya más suavemente.

© Pilar Manso

Tiempo, por Pilar Manso

Mi trabajo trata sobre la búsqueda interior en forma de flor, planta, arbusto, rama seca, da igual donde verse reflejada, son un modo de autorretratos sin importarme tanto la técnica o la calidad, lo importante es el proceso de búsqueda que es para mí una metamorfosis, una simbiosis, una necesidad. Necesidad de aire, de comunicación, de agarrar la vida, de sujeción a lo efímero.
Estas fotografías fueron realizadas en un recorrido diario, llenas de rabia, angustia, pena, resignación, con esperanza y en paz. Un camino a la tierra de mi padre, donde él quería descansar. Cada fotografía lleva a una meditación interior y personal donde el espíritu se abstrae de todo, manteniendo una conversación profunda e íntima con el objeto fotografiado cómo si el objeto fuera reflejo de la mi propia imagen reflejada.

© José Gómez Granado

Necesidad Vital, por José Gómez Granado

Necesidad vital se desprende de la condición necesaria de seguir adelante pese a los imponderables que el Covi19 ha supuesto para que el resto de las patologías pudiesen ser atendidas a su tiempo y con la diligencia debida, cosa que ha supuesto agravamientos de dichas patologías y, a veces, con resultados irreversibles. Este retraso en la atención médica primaria y hospitalaria, hace que el enfermo haga de ello la necesidad de fortalecerse mentalmente para aguantar la desatención facultativa. Ello obliga a mantener la mente limpia y serena para soportar la desgracia pandémica que nos está acaeciendo. Ante mi cámara quise mostrar los sentimientos vividos, como realmente fueron, según los conceptos propuestos, en definitiva, mis
sufrimientos.

© Eva Monllor

Los colores del sentimiento, por Eva Monllor

A través de la abstracción y del color, se representan diferentes estadios de emociones que se suceden desde el confinamiento hasta hoy. A través de vistas parciales de fragmentos de flores de mis balcones, las imágenes se combinan en cinco mosaicos de color. Las flores, un elemento vivo, son espejo del espíritu. Ellas iban cambiando a lo largo de los días al igual que el sentimiento, las emociones y el ánimo tanto mío personal como general, según se sumaban los días en el periodo de confinamiento.
Panel 1 Rojo vivo/Amarillo y negro: El inicio. Coraje nacional. Aún había luz y fuerza entre el luto.
Panel 2 Rojo oscuro: Rabia y dolor. Impotentes oíamos sirenas, el corazón se empieza a romper.
Panel 3 Rosa: Debilidad y tristeza. Cansancio mental y pérdida de inocencia. El corazón se marchitaba entre una mezcla de sensaciones, protegerme y proteger.
Panel 4 Blanco. El blanco teñido levemente por toques de verdosa enfermedad. La ausencia, la pérdida, la muerte. Pérdida y muerte.
Panel 5: Verde esperanza, rojo dolor, amarillo precaución.
Confusión. Después de un año el espíritu se debate entre una mezcla de emociones.

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