Entrevista a la fotógrafa Viki Kollerová

© Viki Kollerová

«En la naturaleza es donde me siento amada y alimentada por la belleza»

Cuando acabó de estudiar Traducción e Interpretación, Viki Kollerová, se dio cuenta de que convertirse en investigadora, profesora o traductora iba a significar pasar la mayor parte de su tiempo entre cuatro paredes. Eso no le acabó de convencer y, finalmente, una serie de circunstancias la llevaron a convertirse en la artista que es ahora.

En la misma época, y fuera de lo académico, empezó a pasar largos periodos de tiempo en la naturaleza con su pareja de entonces. Él era fotógrafo aficionado y capturaba cuerpos desnudos femeninos, algo que, según afirma Kollerova “desempeñó un papel importante en nuestro acercamiento, ya que inconscientemente yo quería formar parte del proceso creativo… estar en la foto”.

Por Carlota Biel

Todo tu trabajo se centra en el autorretrato. ¿Por qué tomas la decisión de capturar tu cuerpo? ¿Has pensado alguna vez en fotografiar a otras personas?

Es cierto que, de forma directa o indirecta, mi cuerpo está presente en la mayoría de las fotografías. Pero, además, también son protagonistas en ellas los paisajes o retratos de árboles y rocas. En cierto modo, esos agentes incluso podrían considerarse autorretratos, ya que en muchas ocasiones reflejan mi estado de ánimo.

La verdad es que no veo mis desnudos como una mera captura del cuerpo. El interés principal de mi trabajo reside en la relación que existe entre lo humano y el entorno. Así que, más que en el cuerpo en sí, me centro en la armonía de toda la escena, que refleja la interconexión que hay entre todos los sujetos de la naturaleza.

Cuando surge la ocasión, también fotografío a otras personas. Son amigos cercanos, amores o conocidos que encuentro en diferentes lugares.

© Viki Kollerová

© Viki Kollerová

En la serie Silver Island, con la que has participado en el número 12 de LF, afirmas que el ser humano que retratas “ya no está atrapado o se siente abrumado por la inmensidad de su entorno, sino que es parte natural del mismo (…) Con poses cómodas en lugares incómodos”. ¿Qué pasó para que los retratos tomaran esa dirección?

Debió ser por amor… Por el paisaje, pero primero por el hombre de pelo plateado que nos presentó.
Enamorarse de otro ser humano hace que nos enamoremos también de nosotros mismos. Me volví más amable y cariñosa conmigo y las fotografías reflejan esa suavidad. Pude ver con otra mirada y, en consecuencia, reinventarme como fotógrafa.

© Viki Kollerová

¿Nos puedes explicar cómo se desarrolló Silver Island durante la pandemia?

La serie comenzó en 2019, con mis primeras visitas a la isla. Cuando volví en febrero de 2020, acababan de aparecer los primeros casos de Covid-19 en Europa y la consiguiente oleada de pandemia me hizo permanecer en la isla durante más de cuatro meses. Al no tener nada que hacer, tuve mucho tiempo y espacio para deambular y fotografiar, sin gente que me importunara, ya que se cancelaron todos los vuelos y los lugares que normalmente estarían bastante concurridos, en ese momento estaban muy tranquilos.

La gran cantidad de tiempo libre que tuve para caminar y observar me ayudó a captar el sentido del lugar y a desarrollar un fuerte vínculo emocional con el paisaje.

Vemos que gran parte de tu obra tiene como protagonista la naturaleza y la relación que esta tiene con el ser humano. ¿Nos podrías explicar cómo nace esta idea y por qué?

No estoy segura de si se trata de que la naturaleza tenga una relación con los humanos, o más bien al revés.
Más que una idea, lo entiendo como un sentimiento colectivo de pertenencia. El lugar del que venimos y al que volveremos. A través de la naturaleza, me conecto conmigo misma.

© Viki Kollerová

© Viki Kollerová

© Viki Kollerová

En tus redes sociales hemos visto que presentas tus fotografías bajo el nombre “Una chica a quien le gusta desaparecer”, frase relacionada con el artículo que publicaron en The Huffington Post titulado “Una chica que intentó desaparecer” sobre tu trabajo. ¿Esta frase tiene que ver con lo que expresas en tus fotografías?

Este título tiene varios significados. Por una parte, puede ser una frase inacabada, que actualmente en el blog se completa con «en conversación con la naturaleza». “Desaparecer en la conversación” significa que estás completamente allí, sin ser molestada, totalmente concentrada en el entorno.

Otra forma de desaparecer es el elemento recurrente que se puede ver en mis fotografías, en las que el cuerpo humano se vuelve más difícil de distinguir a primera vista, porque se funde con el entorno. La persona y la naturaleza se convierten en una sola cosa.

¡Ah!, y de forma muy directa… Me gusta mucho desaparecer en la naturaleza, estar sola. Es donde me siento amada y alimentada por la belleza.

© Viki Kollerová

En el mismo artículo del The Huffington Post se menciona a la fotógrafa Francesca Woodman y la relación que puede haber con tu trabajo, ya que algunas fotografías “recuerdan a sus imágenes diáfonas”. ¿Te ha inspirado en algún momento de tu carrera?

Unos años después de empezar a compartir mis fotos públicamente, alguien me preguntó si conocía a Francesca Woodman. No la conocía. Del único autorretratista del que tenía conocimiento en ese momento era de Arno Rafael Minkkinen. El descubrimiento de la obra y la vida de Francesca fue una revelación.

Al ver sus fotografías, me sentí rápidamente cerca de ella. Me sorprendió cómo dos mujeres diferentes pueden llegar a tener ideas similares, aunque nunca hayan visto el trabajo de la otra. Las imágenes son diferentes, pero el pensamiento es similar, especialmente en mis primeros trabajos. Cuando descubrí sus fotografías, me sentí muy atraída por sus imágenes y al mismo tiempo me pregunté por su prematura muerte. A veces pienso en ello como una advertencia.

Tu obra es siempre en blanco y negro. ¿Qué representa para ti esa técnica?

Para conectar visualmente las formas y los matices del entorno y del cuerpo humano, el blanco y negro es para mí una elección natural. Tratar de igualar el color de la piel con la tierra, los árboles y las rocas sería extremadamente limitante.

Tengo algunas fotografías en color, en las que el color es el portador del significado o juega otro papel importante en la imagen. De lo contrario, los colores me distraen en su mayoría, mientras que su ausencia me ayuda a centrarme en la sensación general de la escena.

¿Qué significó para ti presentar tu trabajo en la exposición NUDE del Museo de Fotografía de Estocolmo?

Ser elegida para representar el desnudo desde una perspectiva femenina junto con otros fotógrafos cuyo trabajo valoro, fue un momento de gran reconocimiento. Me sentí descubierta.

Fotografiska me dio mucha visibilidad, porque desde Estocolmo, la exposición NUDE se trasladó al museo de Nueva York y desde allí se llevará a otros espacios.
He recibido numerosos comentarios positivos de los visitantes y del personal de ambos museos, lo cual es gratificante y alentador.

Viki Kollerová ha participado con su trabajo «Silver Island» en el último número de la revista en papel LF, Cuerpo, disponible en nuestra tienda online.
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