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Entrevista a Maite Caramés

Cuando Maite Caramés mira a través del visor de su cámara y atrapa una imagen, lo que está haciendo es tamizar la realidad para enfatizar la fragilidad que nos rodea.

Se licenció en Historia del Arte en Barcelona y, más tarde, estudió en Instituto de Estudios Fotográficos de Cataluña. Ha participado en numerosos festivales y exposiciones, tanto individuales como colectivas. Aborda temas existenciales como el transcurso del tiempo y la muerte, así como otros temas más intimistas. Maite cuenta sus reflexiones a través de la narrativa visual en forma de series y secuencias, y habitualmente trabaja en analógico con cámaras de medio formato.

En esta entrevista, nos hemos centrado en el trabajo expuesto en el último número de LF Magazine. El tema principal de esta edición es el Ecoactivismo y Maite Caramés presenta su proyecto De Profundis, un conjunto de bodegones hechos con objetos recogidos por las redes de los pescadores cuando faenan en el mar. La fotógrafa ha recogido toda esta basura para transformarla en imágenes preciosistas.

Por Marta Calvo, editora gráfica de LF Magazine

Te licenciaste en Historia del Arte. ¿Qué te llevó a inclinarte por la fotografía? 

Yo estudié Historia del Arte, pero en casa viví la pasión por la fotografía, porque a mi padre le gustaba mucho. Él fue quien me regaló mi primera cámara. Desde entonces, la fotografía ha sido una especie de necesidad.

Uno de los temas recurrentes en tu trabajo es lo cotidiano, ¿Cómo buscas inspiración para tus proyectos?

A veces empiezo a interesarme por algún tema, o hay algo que me llama la atención, como es el caso de De profundis, y aparece el deseo de indagar un poco más, lo que acaba llevando a imaginar una serie para el tema. Otras veces son las ganas de jugar o alguna propuesta de alguien. También puede nacer de una obsesión.

El proyecto que expones con nosotros es una serie de bodegones de objetos sacados del mar. ¿Qué te llevó a abordar este proyecto?

Fue casualidad: una amiga me habló de un documental que había visto sobre el proyecto MARVIVA, que se basa en la recuperación de residuos presentes en el mar. Ahí empezó todo.

¿Cómo llegan a ti esos objetos?

Gracias a Ignasi Mateo y a Xavi Delgado, que llevan el programa MARVIVA, y al puerto de Barcelona. Todos me los facilitan ellos.

El tema principal que abordamos en el nº 10 de la revista es el Ecoactivismo. Sentíamos la imperiosa necesidad de denunciar las consecuencias que sufre el planeta por nuestra causa. ¿Cuál es tu postura como artista y como individuo ante el Cambio Climático?

Creo que hay poca gente que, con un mínimo de sensibilidad medioambiental, se cuestione la realidad del Cambio Climático. ¿Qué voy a decir? Es un desastre. Pienso que el arte, si se le diera la importancia que merece, podría cambiar algunas cosas.

Viendo tus trabajos, se aprecia diferentes formas de enfocar los proyectos. Parece que bebas de muchas fuentes. ¿Qué fotógrafos te inspiran en tu trabajo diario?

Muchísimos. Me considero muy ecléctica. Dependiendo del momento en el que me encuentre y de aquello en lo que esté trabajando, me inclino por uno o por otro. Últimamente, por ejemplo, estoy repasando la obra de un clásico: Irving Penn.

En estos tiempos que parecen una distopía y de constante reinvención, ¿cómo ves el futuro de la fotografía y hacia dónde crees que se dirige?

Malos tiempos para el arte. Especialmente, en este país. La verdad es que no sabría decirte hacia dónde se dirige, ni si se dirige hacia alguna parte. 

Tenemos muchos seguidores en LF que quieren iniciar una carrera como fotógrafos. ¿Qué consejo le darías a aquellos que se están buscando su hueco ahora?

Les daría muchos ánimos y les diría que perseveren. 

Y, para finalizar, ¿nos puedes contar cuál es tu próximo proyecto?

Ahora mismo, mi confinamiento. Y sigo sumergida en el mundo de los bodegones, creando una nueva serie.

Maite Caramés. Utilizo la fotografía como imagen narrativa, contada en forma de relatos, series  o secuencias. Lo cotidiano y banal es siempre puesto en escena para demostrar la frágil línea entre realidad e irrealidad. Considero que la mente es una fuente inagotable de conciencia creativa. Las ideas sobre las que reflexiono son muy íntimas y humanas: el tiempo, la muerte, el renacimiento, la belleza, el deseo.

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