Entrevista a J. M. Castro Prieto del Centro Nacional de Fotografía
© José Luis Sampedro | Foto: Juan Manuel Castro Prieto, presidente de la Plataforma
LF Magazine entrevista al presidente de la
Plataforma Centro Fotografía e Imagen
Juan Manuel Castro Prieto (Madrid, 1958, y Premio Nacional de Fotografía en 2015) es presidente de la Plataforma Centro de Fotografía e Imagen, una asociación sin ánimo de lucro y gratuita para sus miembros. Tiene por objetivo «la creación de un Centro de Fotografía e Imagen que proteja nuestro patrimonio, expanda la cultura visual y aliente la nueva creación contemporánea».
Por Carlota Biel
¿Cómo surge la idea de crear un Centro de Fotografía e Imagen? ¿Desde cuando se lleva gestando el proyecto?
La idea -la necesidad, más bien- de crear un gran Centro de Fotografía es una aspiración muy antigua que en España siempre ha estado ahí, porque lo incomprensible es no tenerlo: solo 4 países -España entre ellos- de los 27 de la Unión Europea, no lo tienen. Así es que llevamos décadas pidiéndolo. La idea de retomar la reivindicación de su creación, surgió por la enorme decepción con la que el Ministerio de Cultura, atendió las demandas de los fotógrafos en un encuentro que tuvimos con responsables del Ministerio en junio de 2020, siendo ministro Rodríguez Uribes. La fotografía, una vez más, había quedado excluida de unas ayudas específicas para la cultura que se habían anunciado en un momento de la pandemia, entonces, muy duro para la cultura. Pedimos una reunión para hablar del asunto y salimos de la reunión desolados. Entonces vimos la necesidad de movilizarnos, porque si los fotógrafos y fotógrafas no nos movíamos ¿quién va a hacerlo por nosotros?, y de reclamar ese Centro de la Fotografía que se nos debe desde siempre y que podía ser, puede ser, la voz que represente a todo el sector. De hecho, en aquella primera reunión en la que el Ministerio no dio ninguna respuesta a nuestra petición de ayudas a la creación fotográfica – que sí anunciaban para el cine, el libro o el arte contemporáneo pero no para la fotografía- se habló de la importancia de tener ese Centro y ahí el Ministerio, al menos, nos pidió que le presentáramos un libro blanco con una propuesta. Para elaborarlo, y porque necesitábamos ser una entidad legal para poder reunirnos con el Ministerio, creamos la Plataforma y empezamos a agrupar gente y a movernos.
¿Os habéis encontrado con dificultades durante todo el proceso de creación?
El proceso de creación y de difusión de la Plataforma, con los errores y problemas que hayamos podido cometer, ha ido muy bien. Casi 8.000 personas forman parte de ella. Esto para nosotros es importante: el proceso de trabajo, creo que por primera vez en la fotografía española, ha sido colectivo y muy participativo. En ese sentido está siendo una experiencia magnífica. En nuestras intervenciones públicas y en las redes percibimos un respaldo mayoritario de todo el sector, que ha entendido que la Plataforma no solo representa a los fotógrafos y fotógrafas “notables” del país, sino a todos y todas, tanto profesionales como comisarios, gestores o aficionados.
Destacáis que, “la crisis económica derivada de la pandemia ha agudizado la fragilidad de la creación fotográfica y visual, un sector que suma la derivada del escaso apoyo recibido desde hace mucho tiempo por parte de las administraciones”. Finalmente, ¿habéis conseguido financiación de alguna institución pública?
Sí, el sector ya venía atravesando una grave crisis que la pandemia ha agudizado. Desde el fotoperiodismo a la creación contemporánea, en toda la fotografía la situación es de mucha precariedad y falta de líneas de apoyo público. Pero en Francia, por ejemplo, y en un proyecto pilotado por la Biblioteca Nacional de Francia por un importe total de 5,5 millones de euros, se acaban de aprobar ayudas de 22.000 euros por proyecto para 100 proyectos este año. Muchos grandes fotógrafos franceses han sido elegidos. Nosotros ya le planteamos algo así al Ministerio hace un año y la respuesta fue tremenda.
Nuestra Plataforma es independiente y, por ahora, se autofinancia. Para cubrir nuestros gastos hemos estado ingresando unas cuotas voluntarias y para poder asumir la organización de un gran congreso que nos sirva para identificar los problemas de la fotografía española y aportar propuestas y posibles soluciones, hemos puesto a la venta unas cajas con obra fotográfica que, por su calidad y su precio irresistible, se han vendido muy bien. No, no tenemos financiación pública.
Decís en vuestro manifiesto, que uno de los objetivos era crear un centro físico, ya que España es uno de los pocos países que carece de un Centro Estatal de Imagen. Recientemente, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que se creará en Soria. ¿Nos podéis contar en qué punto estáis ahora respecto a este tema? ¿Cuándo se hará realidad?
Nosotros hemos celebrado ese anuncio con gran alegría. Lo sabíamos, porque así se nos había comunicado ya en el Ministerio, pero no podíamos avanzarlo antes de que lo comunicara el Gobierno. Sí fue una sorpresa cuando supimos que, en efecto, lo iban a hacer, porque no parecía que fuera tan adelantado. Y la ubicación es Soria, donde de hecho ya debería haberse creado el Centro en 2010. Desde entonces, Soria ha hecho un gran esfuerzo y ha sido fundamental. Nosotros hemos tenido muchas reuniones con el Ministerio de Cultura, hemos presionado por todas partes, pero también era necesaria la actuación de la Alcaldía de esa ciudad. Que haya salido ha sido, por una parte, por nuestra presión, pero también porque desde el minuto cero Soria se ofreció a acoger el Centro Nacional de Fotografía. ¿Cuándo se hará? Por ahora, solo se ha producido el anuncio de creación del Centro. En la prensa se ha hablado de un plazo de 18 meses. Pero eso nosotros no lo sabemos. Lo que sí sabemos, y pedimos, es que es un proyecto tan importante, que sea cual sea el signo político que gobierne la ciudad, el Centro es interesante para todos y debe trascender a la política. Para unir esas fuerzas, puede ser muy positivo que se haya elegido una ciudad pequeña algo que, por otra parte, no debe sorprender. En Europa hay mucha tradición de ubicar grandes centros o citas fotográficas de mucho prestigio en ciudades pequeñas, o no capitales de estado, como Perpignan, Arles, Braga, Oporto…
También habéis puesto sobre la mesa la posibilidad de visitar posibles ubicaciones de futuros centros de fotografía de carácter más local. ¿La intención es que exista un Centro de Fotografía en cada provincia?
La reivindicación de un gran centro nacional que, sin quitarle su patrimonio a nadie, haga de nodo y coordine los esfuerzos de muchos otros centros y colecciones que ya existen en el país, debería ser un acicate para que ayuntamientos, comunidades autónomas o incluso iniciativas privadas aborden el apoyo a la fotografía en sus respectivos entornos. O aumenten su compromiso con los que ya tienen, porque hay centros y colecciones que han entrado en un declive tremendo. Nosotros, desde ya mismo, vamos a empezar a visitar esos centros, para que nos hablen de su patrimonio y de sus problemas y necesidades. Necesitamos un informe de lo que ya tenemos, porque ni siquiera eso está bien evaluado. El sentido del Centro Nacional sería unir comunicativamente a todos los centros del país y sumar sus sinergias.
Podemos ver, en vuestra web, la cantidad de fotógrafos y colaboradores que se han unido al Centro. ¿Fue difícil conseguir esos apoyos?
No, no fue nada difícil. Al revés. Nosotros, desde la Plataforma y con el Manifiesto, hemos intentado aglutinar a todas las sensibilidades de la fotografía en un proyecto común, sin excluir a nadie. Todos los premios nacionales suscribieron el Manifiesto. Crear un gran archivo virtual que permita difundir nuestro enorme patrimonio visual que ahora está en colecciones que casi nadie puede ver, disponer de fondos públicos para recuperar archivos, estimular la creación, difundir la fotografía española en el extranjero o crear una plataforma con información de ayudas, becas o asesoría sobre Propiedad Intelectual para profesionales, son reclamaciones que cualquier aficionado a la fotografía puede y debe asumir, porque solo están poniendo sobre la mesa algunas cuestiones básicas para la dignificación y la normalización que la fotografía española tiene pendientes desde hace mucho tiempo.
Otro de los puntos en los que os queréis centrar es la investigación enfocada a la docencia para crear planes de estudio. ¿Irán dirigidos a todas las Universidades de España?
La incorporación de la fotografía como materia académica en la Universidad es una de nuestras reivindicaciones fundamentales. Obviamente, eso no lo puede decidir un Centro de la Fotografía, pero el Centro sí puede ser una voz de referencia, una voz autorizada y de calidad, que impulse que las universidades, donde hay muchos profesores verdaderamente interesados por la fotografía como materia educativa, la incluyan. Porque en España no tenemos ni un grado universitario de fotografía. Pero en el Reino Unido hay alrededor de 70. Y un Centro de la Fotografía puede incentivar estudios, tesis doctorales, tanto con la Universidad como con las Escuelas de Arte y con otras instancias, como las ciencias sociales, porque la fotografía está conectada con todo. Y, de entrada, el propio Centro debería disponer de una Escuela de Restauración Archivística y Conservación Fotográfica. Porque hoy día, los estudiantes tienen que ir a Estados Unidos y a otros países para aprender sobre archivos y patrimonio fotográfico.
¿Qué perspectiva de futuro tiene el Centro?
Todos los fotógrafos hemos recibido la noticia de su creación con mucha alegría porque es la posibilidad de que se materialice un sueño que llevamos muchas décadas pidiendo. Pero ahora hay que materializarlo. No solo queremos “un” Centro: queremos un buen Centro. Ahora empieza un proceso largo y complejo en el que el secretario general de Cultura nos comentó que contaba con nosotros para que les echáramos una mano. Porque nosotros representamos a la mayoría de los fotógrafos y hemos sido nosotros los que hemos puesto este asunto sobre la mesa.
Pero ahora hay que preparar un proyecto de cómo tiene que ser el centro, las necesidades que va a tener y empezar las obras… Y, cuando terminen, materializar todas las necesidades. Pero aún no tenemos unos planos de la sala para saber qué vamos a necesitar… Ahora se ha aprobado hacerlo y hay que ver cómo se hace, esa es la fase en la que estamos. Queda un trabajo impresionante aún. Por lo pronto, nosotros tenemos esbozado el proyecto de cómo queremos que sea, pero hay que adaptarlo al edificio, al presupuesto disponible… En fin, sentados con el Ministerio como interlocutores en esa mesa de diálogo que se anuncia, ahora es cuando empieza la tarea.