Maria Azkarate
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Maria Azkarate

Tercer Paisaje. En su breve “Manifiesto del Tercer Paisaje” el jardinero y paisajista francés, Gilles Clement, pone en valor los espacios residuales como una de las principales reservas de biodiversidad. Terrenos baldíos, parcelas vacantes, ribazos, lugares abandonados, espacios que se encuentran al margen de la actividad económica y que tienen una gran riqueza botánica y biológica.

Esta mirada sobre las partes olvidadas del territorio desvela nuevas lógicas que nos permiten repensar, no solo nuestra relación con estos espacios, sino también nuestras sociedades. El Tercer Paisaje funciona como una potente metáfora que pone en valor los márgenes como ámbito de diversidad, frente a la creciente homogenización de las conductas humanas.

El Tercer Paisaje se alimenta del olvido administrativo. La invisibilidad es su mejor salvoconducto. El desarrollo biológico del Tercer Paisaje depende del principio de inacción. Si no actuamos sobre él, se terminará convirtiendo en un bosque. Esta dinámica lo convierte en un ámbito inconsciente de insumisión a las formas de poder contemporáneas.

Así, el Tercer Paisaje encarna dos de los grandes anhelos de nuestro presente: la promesa de regeneración del medio ambiente y la de una vida al margen de la hipervigilancia y las corrientes homogenizadoras de la globalización. Una utopía contemporánea.

Este trabajo explora con asombro la diversidad del Tercer Paisaje. Se han retratado sus distintos estadios, desde la parcela vacante hasta el bosque secundario plenamente constituido, inventariando situaciones relacionadas con la presencia del ser humano. El herbario consta de más de doscientas especies.

Actualmente, el trabajo está expuesto en forma de instalación, dentro del festival Baffest en Barakaldo, y podrá visitarse debajo del puente de una autopista, en la trasera del BEC, hasta el mes de noviembre.

 

Nacida en Vitoria-Gasteiz en el año 1977.

Estudio la carrera de arquitectura en la Universidad de Navarra en la especialidad de urbanismo. Después de unos años de ejercicio profesional como arquitecta, descubro la fotografía como medio de expresión e inicio un camino de aprendizaje básicamente autodidacta, acompañado por profesores como Carlos Cánovas, Paco Polán, Jon Cazenave, Awoiska van der Molen, Federico Clavarino y Gonzalo Golpe entre otros.

Desde el año 2017 trabajo profesionalmente como fotógrafa de arquitectura colaborando con distintos estudios de arquitectura y empresas relacionadas en la comunicación de sus trabajos. Compagino dicha actividad con el desarrollo de trabajos personales sobre la ciudad y el espacio arquitectónico, temas en los que centro mi actividad fotográfica.

Desde el mismo año formo parte del colectivo fotográfico Punto de Catástrofe, donde a través de la investigación del territorio, del ser humano o del medio ambiente, damos una respuesta visual crítica a distintas realidades contemporáneas.

Mi trabajo se ha expuesto en exposiciones colectivas en espacios como: el Palacio del Condestable de Pamplona, la Casa de Cultura de Zizur Mayor, el Centro Cultural de Tafalla, el Espacio Azucarera en Bilbao y la Ciudadela de Pamplona.

He participado como jurado en varios concursos de fotografía de arquitectura y como ponente en la primavera fotográfica de Tafalla.

En el año 2020 obtengo el primer premio en el V Certamen de Fotógrafas Emergentes Vascas de Baffest con el trabajo Tercer Paisaje.

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