¿El último, por favor? Foto: Nirmal Purja (@nimsdai) France Presse.
LA FOTO DE LA SEMANA
¡No me se apelotonen!
Todos a la calle. Spoiler alert: he hecho trampa. La foto podría parecer del Passeig Marítim de Barcelona o de IFEMA o de Soria, pero es del Everest. Y de mayo del año pasado (ahí la trampa). Este año, el Everest está cerrado al público como el aeropuerto de Castellón. El autor es un sherpa, Nirmal “Nims” Purja; un tipo que se peló 14 ochomiles en 6 meses, 6. El mayo pasado, en el Everest murieron 11 personas.
Abro paréntesis.
La montaña se llama Everest en recuerdo del predecesor del geógrafo inglés que le puso el nombre. En los 60, el gobierno Nepalí se dio cuenta que la montaña tenía nombre en inglés, en tibetano y en chino, por poner tres ejemplos, pero no tenía nombre nepalí. Así que la bautizaron como Sagarmāthā que, según el idioma en que abra la Wikipedia lo traducirá como: La frente del cielo, La cabeza del cielo o La diosa del cielo. Gugleen.
Cierro paréntesis.
Los temas del hit-parade de la semana podrían ser la nueva pintura de Banksy o las bailarinas hindúes del templo tailandés de Erawan.
En esta semana algunos han vuelto al trabajo y otros nos hemos quedado en el balcón de casa. A los que sufrimos en silencio, el confinamiento nos ha traído a la mente cosas que nunca se nos hubiesen pasado por la cocorota. Como que había tantas superlunas: las de Santa Cruz (Bolivia), Nueva York o Moscú. Que hace 75 años del final de la Segunda Guerra Mundial. Que Zienna Sonne ha descubierto que las cejas se le están poniendo pelirrojas. Que a Val Kilmer le hicieron una traqueotomía en 2014. Que, hasta este jueves, Billy el Niño seguía vivo y con todas sus medallas de torturador y que otro paladín de las libertades seguía tan pancho.
Un momento. Otro paréntesis.
Cuando vean una foto de Kim Jong-un, fíjense en que todos los lameculos que le rodean llevan una libretita donde apuntar las ocurrencias del jefe.
Cierro paréntesis.
Vuelvo a ser yo. El premio Pulitzer de fotografía de noticias se lo lleva el equipo de Reuters en Hong Kong. David Latimer dice que puso una planta en una botella en 1960, la tapó, la volvió a abrir en el 72 para añadir un poco de agua, la selló y aquí la tenemos, 60 años después y tan hermosota. Y, al vaciarse las urgencias, han podido operar a Chaos.
En Kenia, los refugiados, aunque lleven un peinado a lo COVID19 como Martha Apisa y su amiga siguen expuestos al virus y, sobre todo, al hambre. Por muy fotogénicos que sean los arcoíris.
Y, ahora, aquí, La Foto-lleva-usted-un-pato-en-la-cabeza de la Semana. Sean buenos.